LOGOTERAPIA Y ARTE (Introducción)
¿Qué es arte? Si bien no existe una definición concreta al respecto, si estamos en condiciones de aseverar que:
_ El arte favorece la apertura hacia el mundo y hacia uno mismo
_ Motiva y contribuye al desarrollo intelectual
_ Permite el acceso a saberes que potencian la reflexión y la imaginación
_ El arte es aventura en el mismo sentido en que lo es la vida y la cultura, que no se refiere solo a la adaptación del hombre a su contexto vital, sino a una posibilidad de modificarlo, recrearlo y reinventarlo con el fin de hacerlo propio.
En principio, el arte como detonante cultural, transformador de sentimientos y generador del proceso evolutivo del hombre, debería poder coexistir con la Logoterapia desde una actitud neutral, ya que, y en palabras de Viktor Frankl:
La Logoterapia es una orientación determinada de la psicoterapia y por consiguiente, al menos según las leyes vigentes en Austria, solo puede ser ejercida por médicos […]
Es decir, para la Logoterapia, el arte puede ser solo un “recurso externo” y no una “posición”, ya que el arte “no cura” en el sentido específico de la palabra, no “posee intereses biológicos ni psicológicos”. El arte pertenece a la cultura y la Psicoterapia a la ciencia médica.
No obstante, por más que el arte se mantenga ajeno a toda profilaxis médica, resulta que aplicado en un contexto adecuado puede producir efectos terapéuticos al originar en el receptor un sentimiento de goce.
Haciendo un breve recorrido por la historia del psicoanálisis, se pueden encontrar diversas propuestas del uso del arte en técnicas psicoanalíticas:
Tendríamos otro psicoanálisis si Freud hubiese incluido dentro de la técnica psicoanalítica el uso del arte. Hoy hablaríamos de Psicoanálisis a través del arte, de un Psicoanálisis a través de las imágenes, de cómo el arte produce integración y bienestar personal. Las imágenes son el oro puro de la psicoterapia a través del arte, son metacomunicación explicita. Quiere decir que las imágenes metacomunican en y sobre la comunicación verbal, las imágenes pueden funcionar como expresiones y representaciones de aquello que no es posible pensar y de hecho es así […]
Una futura técnica de ayuda, que además del uso de los sueños y ensoñaciones empieza a destacarse en muchos de mis análisis de niños, es el dibujo, en tres casos tomó el lugar del resto de la forma de comunicación.
Otros ejemplos relacionan los trabajos de Margaret Naumburg (New York, 1890 1983), pionera del Arte-Terapia” quién llegó a los Estados Unidos en 1947 luego de la persecución nazi. Articula su teoría a partir de principios psicoanalíticos, por ejemplo, “Los seres humanos poseemos la capacidad de generar imágenes, y darle forma visual a los conflictos”
El proceso creativo nos brinda la posibilidad de encontrar nuevos recursos para transformar una situación conflictiva.
Cuando creamos una obra sin la exigencia de hacerlo bien, sino simplemente como expresión de nuestro mundo interior, iniciamos un proceso de auto - conocimiento que nos ayudará a transformar conflictos emocionales y psicológicos.
El Arte - Terapia acompaña el proceso creativo en un contexto psicoterapéutico para atender dificultades como ansiedad, depresión, procesos de duelo, miedos, conflictos en las relaciones, o cualquier situación de tipo psicoemocional que limite el bienestar personal.
La semilla de la transformación reside en una nueva mirada hacia el exterior desde una nueva mirada del interior.
Queda claro que esto no significa que los fines de la psicoterapia y el arte sean comunes u operen en el mismo nivel.
Aún si el arte pudiera tener efectos psicoterapéuticos, como sugieren las voces científicas descriptas anteriormente, su motivo primigenio no es en absoluto psicoterapéutico; hacer arte está vinculado a lo que denominamos el placer del goce “sensitivo y creativo”, lo cual contribuye al desarrollo espiritual de la persona.
En cuanto a que el arte sea para la Logoterapia sólo un “recurso externo” y no una “posición”, como fue mencionado anteriormente, no por ello debemos dejar de profundizar en su vínculo, ya que para la Logoterapia, “logos” es equivalente a “sentido”
[…] la existencia humana sale de si misma en cuanto que apunta a un sentido. Así, el ser humano en su existir no va tanto en pos de placeres o de poder, ni siquiera de una plena realización de si mismo, como de llenar su vida de sentido.
Así pues, puede servir al hombre de vehículo cualquier camino para encontrar el “sentido”; y el arte no es la excepción.
Un concepto importante del análisis existencial y la Logoterapia de Viktor Frankl es la convicción de que el sentido de la vida lo descubre cada ser humano y aprende a responderle a la vida antes que a preguntarle.
Yo considero que le modo de responder a la vida es con mi propia conducta, con la dimensión del hacer, del ofrecer o entregarme, del crear y transformar el mundo […] Una forma de concretar los valores de creación, es a través del trabajo, pues esta manifiesta parte de la misión que tiene el ser humano de estar-en-el-mundo.
Una traducción literal del término Logoterapia es la de “terapéutica mediante el logos, mediante el sentido. Desde luego podría traducirse también como “curación mediante el sentido […] En todo caso la Logoterapia es una psicoterapia centrada en el sentido”
¿Qué es el sentido para el pensamiento frankliano y como lo podemos abordar desde el arte?
Si de encontrar sentido se trata, como sugiere Frankl, el hombre posee una inagotable fuente de recursos para ir en pos del mismo, sólo que, en la mayoría de los casos, se enfrenta a la disyuntiva si posee o no el equilibrio homeostático que le demanda la búsqueda, pues el ser humano aspira en su existencia a muchas otras cosas además de la tranquilidad, la auto-realización y la seguridad. Además se da la circunstancia que la sociedad contemporánea privilegia las capacidad cognitiva en detrimento del aspecto emocional, lo cual podría ser esa una de las causas de lo que Viktor Frankl define como “vacío existencial”
[…] El vacío existencial se manifiesta principalmente en un estadio de tedio (aburrimiento). Hoy entendemos mejor a Shopenhauer cuando afirmaba que, aparentemente, la humanidad estaba condenada a oscilar eternamente entre los extremos de la tensión y el aburrimiento. De hecho, en la actualidad, el hastío genera más problemas de tensión y, desde luego, envía más personas a la consulta del psiquiatra.
Está comprobado que el hombre nace con un gran poder de imaginación, y que lo va perdiendo en beneficio de la razón, en la medida en que se hace adulto, por lo cual es esencial, desde el área sobre todo de la educación escolar, encontrar la manera de seguir motivándola, ya que es un instrumento generador de autonomía en todos los sentidos; lo que Frankl llama la libertad interior, condición primordial para ir al encuentro del sentido de la vida.
[…]Los supervivientes de los campos de concentración aún recordamos a algunos hombres que visitaban los barracones consolando a los demás y ofreciéndoles su único mendrugo de pan. Quizá no fuesen muchos, pero esos pocos representaban una muestra irrefutable de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas _ la elección de actitud personal que debe adoptar frente al destino _ para decidir su propio camino.
Asimismo,
La imaginación es la primera escala en el camino del hombre hacia la integridad de su naturaleza, y el arte es uno de los medios básicos primordiales de la consolidación de la conciencia […] la existencia especifica del hombre se afirma mediante la toma de conciencia de sí mismo en las formas objetivas del lenguaje y del arte. La vida del hombre ya no avanza forzadamente como un río cuyo curso está determinado por fuerzas ajena a él, sino que se eleva como sobre un puente desde el cual se puede contemplar hacia donde es llevado, advertir si la meta corresponde a sus anhelos genuinos, contraponerse si es necesario a la adversidad y el azar, y, sin anular las fuerzas físicas imprimirles otra dirección y encauzar su existencia hacia lo que requiere su índole peculiar.
El arte como valor estético, es decir, como todos los valores, representa un interés, un anhelo, una aspiración propia del hombre, y el goce estético de ese anhelo genera una necesidad, sea la de ejecutar cualquier modalidad artística (pintura, escultura, música, etc.) o simplemente el disfrute de observar y admirar.
Es impresionante la actitud humana ante las obras de arte. Algo que Frankl destaca inmediatamente, es el sentimiento de admiración ante la expresión que un ser humano ha alcanzado _valor de la creación_ La admiración, llega no solo a la obra, sino, también, a la persona que sólo se da una vez y que nos ofrece algo que sólo se da una vez […] la contemplación de los vitrales de Notre Dame, la inmersión en un coral de Bach o el amanecer en la ladera de una montaña nevada dicen algo similar al gozo, admiración y misterio que, se puede experimentar con asombro en el encuentro humano […]Estas experiencias se traducen no sólo en admiración, además, en comunión del ser humano, en radical apertura con el tú o con la obra de arte […]
El arte permite construir imágenes que, inspiradas en el propio universo interior del hombre y a partir de su dominio físico de la naturaleza, confieren a su existencia un sentido; ese sentido no aparece de la nada, sino que debe descubrirlo en su propio ser, en su propio espíritu, en sus hábitos, en la relación con sus semejantes y en el ejercicio libre de todas sus facultades.
Cuando Frankl asume el término logos como sentido y como espíritu, se refiere, por una parte, a la necesidad de descubrir y satisfacer la necesidad profundamente humana de vivir una vida con sentido, y una vida con sentido es la consecuencia de experiencias con sentido para el ser humano. En esta misma línea, es que Frankl acuñó el término voluntad de sentido para designar que la motivación humana básica es la búsqueda de lo que tiene sentido en nuestra vida y no la búsqueda de placer o búsqueda de poder. Esta voluntad de sentido es vista por la Logoterapia como inconsciente espiritual y también en forma de consciente espiritual.
Retomando lo que la Logoterapia ve como “inconsciente espiritual y también en forma de consciente espiritual” y aplicado este principio al arte, es posible que en el mero hecho de crear se activen tanto el consciente como el inconsciente espiritual, lo que C.G. Jung dio en llamar la “imaginación activa”
Es mi tarea aquí dar cuenta de la “imaginación activa” en la psicología de C. G. Jung. Como es bien sabido, esta es una forma dialéctica particular de convenir con el inconsciente. Jung comenzó a descubrirla alrededor de 1916 en su trabajo sobre sí mismo. Él la describió por primera vez en detalle en 1929 en su introducción al Secreto de la Flor de Oro de Richard Wilhelm, y en 1933 en La Relación entre el Ego y el Inconsciente. Él descubrió que un efecto beneficioso surge al intentar objetivar los contenidos del inconsciente en el estado despierto y relacionándose con ellos conscientemente. Esto se puede hacer por medio de la pintura o la escultura –o, más raramente, a través de la danza- pero principalmente a través de anotar los fenómenos observados internamente. Las conversaciones con las figuras internas juegan un rol especialmente prominente aquí.
La persona cuando crea (pinta, esculpe o hace música) utiliza diversos medios o soportes, plasma imágenes sustraídas de su universo interior o de elementos de la naturaleza. Desde los primeros testimonios gráficos legados por el hombre, las pinturas rupestres o arte prehistórico realizado en las cavernas, el hombre ha expresado sus ideas representando gráficamente lo que ha vivido: su experiencia vital, pasando a ser un valioso testimonio para la historia de la humanidad.
El arte ofrece un sistema de códigos según la modalidad que se desarrolle _ la imagen (la pintura, la escultura), el sonido (la música), el ritmo (la danza) _ que nos permite transmitir los conceptos más abstractos, justamente aquellos en los que no se puede utilizar el lenguaje de las palabras porque son invisibles a la mirada, pero evidentes para el espíritu. Dicho código está implícito, lo crea el autor y lo utiliza para trasmitir el lenguaje espiritual a través de los sentidos. Por lo tanto, aunque se utilicen los mismos códigos, cada persona recreará su vivencia de manera irrepetible, pues para que su obra cobre vida, el autor necesita extraer el poder que se encuentra en su interior y utilizar su propio conocimiento, lo que significa la experiencia vital.
De igual modo, el espectador deposita su experiencia vital frente a la obra de arte; la experiencia frente a la obra de arte es creación. El espectador que observa una pintura o una escultura, que escucha una canción o que asiste a un ballet, lo hace desde su propia experiencia interpretativa y sensitiva: percibe, siente descifra, interpreta, aprende.
Aprender a través de la experiencia artística es un modo de comprensión, de adquirir conocimiento a un nivel más profundo, es un camino hacia la evolución espiritual; el aprendizaje a través de la experiencia artística se da a nivel espiritual, lo que para la Logoterapia es “los valores de la experiencia: recibir”
El ser humano tiene la capacidad de buscar y descubrir el sentido de la vida a través de la reencarnación y realización de valores de la experiencia. Estos valores manifiestan una dimensión de gratuidad.
Por la apertura radical al mundo, el ser humano está capacitado no sólo a dar, sino también para recibir todas las riquezas contenidas en el cosmos y en los otros seres humanos
Otra prueba de las vivencias gratuitas encarnadas en los valores de experiencia es el mundo del arte en sus múltiples representaciones, todas ellas cuajadas de admiración: así, el ser humano se deja envolver en el silencio y en el goce de la contemplación de las muestras de inspiración humana, sea ante la Pietà de Miguel Ángel, EL Guernica de Picasso o un vitral de Notre Dame […]
Esta experiencia vital merece consideración porque la información (sobre el individuo) que de ella se obtiene contribuye a un marco teórico más amplio para aquellos profesionales del área de la medicina, la educación, etc.
El hombre necesita sentir admiración, darse cuenta de la existencia de la fuerza creadora implícita en la naturaleza, para darse cuenta de sí mismo. En ese acto de amor nace el arte: el arte nace del amor, del descubrimiento del amor en el universo, de la admiración frente a la perfección de la naturaleza: los seres humanos somos capaces de percibir aquello que existe más allá de lo percibido con cualquiera de los sentidos.
El segundo camino para descubrir el sentido de la vida se produce mediante la aceptación de una donación de la existencia; por ejemplo, la conmoción interior provocada por la belleza de una obra de arte o del esplendor de la naturaleza, o por sentir _por el amor_ el cercano calor de otro ser humano […]
La experiencia personal del prisionero Nº 119.104 comenzó tempranamente en el ambiente de la familia y luego se fue enriqueciendo con sus múltiples contactos y actividades, y con el servicio ejercido a través de la medicina y de la atención psicoterapéutica.
Todo cúmulo de vivencias fue puesto a prueba en aquellos campos de concentración de la segunda guerra mundial. Ante esa prueba terrible, el prisionero pudo afirmar _sobrevolando la tendencia natural a la frustración, el desaliento e incluso amargura y odio destructivo_ que el amor es la meta última y más alta de la vida humana
Durante kilómetros caminábamos a trompicones, resbalando en el hielo y sosteniéndonos continuamente el uno al otro, sin decir palabra alguna, pero mi compañero y yo sabíamos que ambos pensábamos en nuestras mujeres. De vez en cuando levantaba la vista al cielo y contemplaba el diluirse de las estrellas al tiempo que el primer albor rosáceo de la mañana se dejaba ver tras una oscura franja de nubes. Pero mi mente se aferraba a la imagen de mi esposa, imaginándola con una asombrosa precisión. Me respondía, me sonreía y me miraba con su mirada cálida y franca. Real o irreal, su mirada lucía más que el sol del amanecer. En ese estado de embriaguez nostálgica se cruzó por mi mente un pensamiento que me petrificó, pues por primera vez comprendí la sólida verdad dispersa en las canciones de tantos poetas o proclamada en la brillante sabiduría de los pensadores y filósofos: el amor es la meta última y más alta a la que puede aspirar el hombre. Entonces percibí en toda su hondura el significado del mayor secreto de la poesía, el pensamiento y las creencias humanas intentan comunicarnos: la salvación del hombre sólo es posible en el amor y a través del amor […]