ARTE Y LOGOTERAPIA
El Arte en Tiempos de Cólera
Patricia Tobaldo, Abril 2012
Esta página Web que hoy les presento y a la cual invito a todo aquel que quiera a participar, está destinada justamente a intentar a modificar nuestra ACTITUD frente a este panorama violento que el mundo nos ofrece. A propósito dice Viktor Frankl:
Los supervivientes de los campos de concentración aún recordamos a algunos hombres que visitaban los barracones consolando a los demás y ofreciéndoles su único mendrugo de pan. Quizá no fuesen muchos, pero esos pocos representaban una muestra irrefutable de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas _ la elección de actitud personal que debe adoptar frente al destino _ para decidir su propio camino (Viktor Frankl,
El Hombre en Busca de Sentido, pág. 90)
La SEGUNDA GUERRA MUNDIAL con sus CAMPOS DE CONCENTRACIÓN, A.M.I.A., SEPTIEMBRE -11, ATOCHA, BAGDAD, PALESTINA, AFGANISTAN, MOSCU, la PRIMAVERA ÁRABE… la violencia pertenece a la naturaleza humana y el siglo XX ha sido realmente violento. Somos integrantes de una sociedad en la que la violencia se ha instalado creando una nueva categoría de convivencia, sintetizada a través de los atentados y conflictos a lo largo y a lo ancho del mundo; y de las pantallas de la televisión y computadoras, juegos en red, audiovisuales; de la postura necia de los gobernantes, del ciudadano común que asiste sin inmutarse la exhibición de sangre y muerte que muestran los informativos del mediodía.
La violencia y el miedo; la causa y el efecto. La autocensura, la censura, el policía agresivo que todos llevamos dentro. La violencia moral, la peor de todas. La violencia física de los torturados de las cárceles de Guantamano y Bagdad, de los Niños y mujeres en Sierra Leona, de las violaciones y desapariciones en la Argentina de los 70… la violencia como parte de nuestro cotidiano.
En tal contexto el arte no es ajeno, aunque el arte del siglo XX ha pasado por épocas que le ha sobrado escepticismo y le ha faltado compromiso social, cultural y ético. La autocomplacencia artística del arte contemporáneo no ha encontrado aún la manera de expresar fielmente la violencia. Su representación, teatral, plástica, cinematográfica, musical o audiovisual, más o menos contundente, más o menos realista apunta a crear reacciones fuertes más que a reflejar el estado de ánimo de la sociedad: pues nada teme tanto el artista que ser calificado de “frívolo”
No obstante, ha habido épocas en las cuales el arte se comprometía más con la realidad cotidiana. Shakespeare es un ejemplo, es considerado el autor más violento de todos los tiempos, el consideraba que la violencia era una parte indivisible de la condición humana; algo tan natural como reír, caminar o hablar.
Artistas pos contemporáneos a Shakespeare elaboraron y cultivaron su obra desde su misma perspectiva: la exaltación de la violencia. Una de las obras maestras de la historia del arte es la serie de grabados de “Los desastres de la Guerra” de Francisco de Goya y Lucientes, quién representé y documentó los horrores de la guerra de manera magistral. O el Guernica de Pablo Picasso que representa los bombardeos a la misma ciudad.
Tal vez las cosas no hayan cambiado demasiado en el arte desde Shakespeare hasta Moore (Fahrenheit 11/9). Aunque sí nuestra percepción de la violencia y como convivir con ella (Patricia Tobaldo, Abril 2012)